87.- JURAR Y PROMETER

En los últimos días en todos los ámbitos nacionales, provinciales y municipales del país se llevaron a cabo los actos de juramento de los nuevos funcionarios de los poderes ejecutivo y legislativo.
Llamó la atención, en algunos casos, las distintas “fórmulas” utilizadas según principios y creencias éticas, religiosas y políticas. Son gestos de pluralidad.
En definitiva el acto es simbólico más que legal.
Algunos prefirieron usar la palabra “prometo” en lugar del consabido “juro”. ¿Hay diferencias entre una y otra palabra?
En rigor pueden considerarse sinónimos. Tienen, sí, un origen etimológico diferente.
Veamos una recopilación de datos aportados por la RAE y algunos diccionarios etimológicos:
 Jurar. Proviene del latín  “iurāre”. 

1. Como verbo transitivo significa “Afirmar o negar algo, poniendo por testigo a Dios, o en sí mismo o en sus criaturas. 

2. También como  transitivo: “Reconocer solemnemente, y con juramento de fidelidad y obediencia, la soberanía de un príncipe.” 

3. Transitivo. Someterse solemnemente y con igual juramento a los preceptos constitucionales de un país, estatutos de las órdenes religiosas, graves deberes de determinados cargos, etc. 

Prometer. (Del latín. promittĕre). 

1. Es un verbo  transitivo y significa en su primera acepción: “Obligarse a hacer, decir o dar algo.” 

2. También como transitivo:” Asegurar la certeza de lo que se dice.” 

3. Otra acepción transitiva. “Dicho de una persona o de una cosa: Dar muestras de que será verdad algo.”

Como se ve son significaciones muy parecidas, aunque el uso pareciera darle mayor fuerza expresiva a un juramento que a una promesa. En rigor, siempre se espera que ambos “se cumplan”.

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