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Mostrando entradas de septiembre, 2013
22.- ¿ CÓMO USO EL VERBO DESPUÉS DEL “SI…”? En un artículo ya publicado, mencionamos la conjunción condicional “si”. Hoy nos vamos a ocupar del uso de los verbos que siguen a un “si” cuando se desea expresar una condición cuyo cumplimiento se pretende. Supongamos las siguientes situaciones que nos permitan comprender el contexto: # Comprar un auto. # Lograr la cantidad de dinero suficiente. En estas dos situaciones planteadas, es evidente que debe cumplirse una situación para que se pueda concretar la otra. En general, la condición necesaria suele plantearse inicialmente con un “si” o alguna expresión equivalente, por ejemplo “siempre que” (con valor condicional). Las formas gramaticalmente aceptables serían, por ejemplo las siguientes: ·        Si logro esa cantidad de dinero, compraré el auto. ·        Si lograra  esa cantidad de dinero, compraría el auto. En el primer caso, para plantear la condición que debe cumplirse para realizar la segunda
21.- MÁS REFLEXIONES SOBRE LA ENSEÑANZA Sin pretender entrar en un ámbito inconmensurable como el de la educación como objeto de estudio, vamos a permitirnos hoy una nueva cuota de reflexión. Esa propuesta de pensamiento como parte de un debate mayor, seguirá relacionada con las “nuevas” corrientes que intentan desplazar la gramática de la actividad del aula. Toda actividad humana tiende entre otras cosas a formar parte de una correlativa acción socializadora. Es evidente que la tarea insustituible del docente (de todos los niveles: maestro, profesor de nivel medio o terciario) es la que permitirá insertar a los niños, adolescentes y jóvenes dentro de la sociedad en la que deberán desenvolverse, desarrollarse, crecer. El medio fundamental de la comunicación –tanto oral como escrita- lo constituyen las lenguas, tanto materna como extranjera. Insertarse en una comunidad requerirá, entre otras cosas, el manejo fluido del idioma. Si el formador de esos alumnos, no cono
20.- “CON QUE”-  “CONQUE”- “CON QUÉ” Otro pequeño conflicto con el que nos enfrentamos a menudo, tanto en la lengua oral como en la escrita. Veamos las tres construcciones planteadas en el título: CON QUE.- Está formada por la preposición “con” más el pronombre relativo “que”. Préstese atención que el “que” es un pronombre, vale decir que está reemplazando a un sustantivo nombrado con anterioridad. Evidentemente se usa para evitar una reiteración que resultaría absolutamente antiestética y redundante. Ejemplo: ·        La lapicera con que escribo tiene tinta azul. Incluso y para reforzar la idea del “que” con valor sustantivo es que hubiera admitido que se le anteponga un artículo: *La lapicera con la que escribo tiene tinta azul. CON QUÉ.- Ahora el qué es un pronombre pero de la clase de los enfáticos o interrogativos si es que se usara entre los signos correspondientes. Ejemplos: ·        No sé con qué me hice esta lastimadura. ·        ¿Con q
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19.- ¿“QUE” O “DE QUE”? ¡Qué desagradable que resulta al oído un “de que” mal usado o un tímido “que” dicho en el caso inapropiado por temor a equivocarse! Durante mucho tiempo se denominó “dequeísmo" al uso incorrecto de esa expresión y no está mal mantenerla. Para conocer el fundamento teórico que nos permite reconocer un uso pertinente del “de que” deberíamos explicar primeramente un tema que se tratará más adelante, el de las proposiciones subordinadas sustantivas con función de término. No es este el momento de hacerlo. Respire tranquilo el lector. Eso sí, vamos a dar algunas claves que nos permitirán saber cuándo deberemos usar “que” y cuándo el famoso “de que”. Recordemos que “de” es una de las preposiciones castellanas. En sintaxis, todo lo que se dice o escribe a continuación de una preposición, se denomina TÉRMINO. Cada vez que se pueda reemplazar mentalmente todo lo que sigue a “de” por un “ESTO” estaremos seguros de hacer un uso correcto de la
18.- EL CAMPO DE LOS VERBOS REFLEXIVOS (V) FINAL CUASIRREFLEJOS Llegamos al final de esta serie simplificada de los casos en los cuales el pronombre “se” nos ha dado algunos buenos dolores de cabeza. En algún momento, volveremos sobre otros casos. Hemos dejado expresamente para el final los verbos cuasirreflejos porque nos interesa compararlos con las cuatro situaciones anteriormente planteadas. Veamos la oración que nos servirá como ejemplo: ·        Pablo se fue a Brasil.   ¿Qué sucede con el verbo? Está en voz activa y en este caso es intransitivo.    Recordemos que decimos que un verbo es intransitivo cuando no admite objetos directos. Volveremos sobre este tema próximamente. El sujeto (PABLO) es también activo. Veamos ahora de manera comparativa este caso en relación con los cuatro ya presentados. #  ¿ Es un caso de “pasiva con se”? NO porque en esta oración hay un sujeto activo (PABLO). #  ¿Admite el reforzativo “a sí mismo”? NO, por lo
17.- EL CAMPO DE LOS VERBOS REFLEXIVOS (IV) IMPERSONALES La cantidad de casos que puede presentar el “se” en la lengua castellana, no se agotan en estas notas que estamos presentando. Trataremos de simplificar los casos al máximo, en búsqueda de un criterio didáctico clarificador. Ahora nos ocuparemos de los llamados casos de impersonalidad. Hay una cantidad de verbos que pueden presentarse como impersonales, pero de eso nos ocuparemos más adelante. En este artículo, sólo veremos algunas situaciones en las que el pronombre “se” será un signo de esa impersonalidad. Veamos la siguiente oración: ·        En esa reunión se conversó mucho. Podemos distinguir un verbo activo (CONVERSÓ)  dos circunstancias: una de lugar o tiempo figurados (EN ESA REUNIÓN) y otra de cantidad (MUCHO). Es evidente que la oración no tiene sujeto. Nótese que decimos “no tiene” y no que no está expresado (sujeto tácito, desinencial u omitido). Aquí sencillamente no hay ningún pronombre qu
16.- EL CAMPO DE LOS VERBOS REFLEXIVOS (III) PASIVOS Seguimos con el panorama de los verbos que aceptan una variante pronominal “se” y que ocasionan tantas dificultades de todo orden gramatical (semántico, sintáctico, morfémico). Vamos al nuevo caso: ·        Se venden tomates de la quinta. Es evidente que desde el punto de vista sintáctico, el SUJETO de esta oración es “TOMATES DE LA QUINTA”. La comprobación consiste en su concordancia con el verbo en número y persona. Es más: si se singulariza, la oración sería: “Se vende el tomate de la quinta”. ¿Qué función cumpliría en este caso el SE? Evidentemente ninguna de las clásicamente reconocidas. Eliminemos el SE de la oración. Nos quedaría: ·        Venden tomates de la quinta. En este nuevo caso, hay un SUJETO (TÁCITO, DESINENCIAL U OMITIDO – no importa la denominación). Y “TOMATES DE LA QUINTA” ha pasado a ser un OBJETO DIRECTO (es LO que venden). Esto nos prueba que la oración original está en voz pas
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15.- EL CAMPO DE LOS VERBOS REFLEXIVOS (II) RECÍPROCOS En el artículo anterior presentamos los verbos reflejos. Hoy vamos a mostrar un segundo grupo: los verbos “RECÍPROCOS”. Veamos las siguientes oraciones: ·       Pablo y Ana se besan apasionadamente. ·       María y Andrés se enviaron saludos por email. En la primera oración, la acción que realiza Pablo la recibe Ana. Y la misma acción que realiza Ana la recibe Pablo. Hay una simetría en la acción realizada. En cambio, en la segunda oración, la acción del envío recae sobre “email” pero indirectamente ese envío lo reciben María y Andrés pero en forma cruzada. En ambas oraciones, cabe también la posibilidad de efectuar los acostumbrados reemplazos por LO-LA-LOS-LAS para reconocimiento del Objeto Directo (OD) y por LE-LES para el Objeto Indirecto (OI). El REFORZATIVO         que admiten estas oraciones es “mutuamente” o “recíprocamente” o “entre sí”. SÍNTESIS: LOS VERBOS RECÍPROCOS SON LOS Q
14.- EL CAMPO DE LOS VERBOS REFLEXIVOS (I) REFLEJOS En un comentario anterior presentábamos la diferencia entre los verbos “clasificar” y “clasificarse”. Hoy vamos a comenzar una serie de artículos dedicados al complejo campo de la reflexividad verbal. La simple presencia de un “se” no agota el tema, pues pueden presentarse diversos casos. Entremos en  el tema. Veamos las siguientes oraciones: ·        Luisa se mira en el espejo mientras se peina. ·        Carlos se puso la campera al revés. En el primer caso, la persona que realiza las acciones de “mirar” y “peinar” y quien las recibe es la misma: “Luisa”. “Luisa” es la que “mira” y es la “mirada”, como también es la que “peina” y es la “peinada”. En el segundo, la que ha sido “puesta” es “la campera” pero el que recibió la acción indirectamente es “Carlos” Sintácticamente, Luisa sería SUJETO y OBJETO al mismo tiempo. En la segunda, el OBJETO puesto es “la campera” pero “Carlos” también es objeto aunqu
SINO – SI NO Otro tema nos ocupa hoy. Y una vez más la dificultad que planteamos aparece no sólo en ediciones periodísticas, sino en una cantidad de mensajes electrónicos que recibimos en nuestras casillas de correo. Suelen confundirse las expresiones “si no” y “sino”. Vayamos al detalle: SINO.- Es una conjunción adversativa. Vale decir que se usa para unir dos expresiones contrapuestas o que muestran una contradicción entre la mencionada en primer lugar y la siguiente. Ejemplos: -          La remera que se compró no es azul sino negra. -          No es que yo opine así sino que es lo que ellos creen. SINO tiene un homónimo que funciona como sustantivo. Significa “destino”. Ejemplos: -          Su sino era trágico. -          Hay una obra de teatro titulada “Don Álvaro o la fuerza del sino”. En ella se basó Verdi para su ópera “La forza del destino”. SI NO.-   Es una construcción formada por la conjunción condicional “si” más el adverbio de negación “n
ESCUCHADO HOY Justamente en uno de los artículos anteriores mencionábamos el verbo “haber”. Hoy por la tarde, un periodista notable en su profesión, dijo: “ Han habido una serie de objeciones…”  refiriéndose a la sanción de una ley provincial. Grave error en esa construcción. Debió decir: “Ha habido una serie de objeciones…” Como ya se expuso, el verbo “haber”, cuando no se usa en la formación de los tiempos compuestos de la conjugación verbal, es IMPERSONAL. Por lo tanto siempre debe ir en la 3ra. Persona del singular. Como el tema ya se trató, consideremos cuál es el motivo por el que el hablante tiende a pluralizarlo. Existe una acción por analogía de suponer que “ una serie de objeciones” es el “sujeto” de la oración, cuando en realidad es el “objeto directo”. No significa esto que el hablante deba hacer un análisis sintáctico antes de expresarse. De ninguna manera. Lo que sí debería hacer, sobre todo si se es un profesional de la palabra (periodista, docente, corr
COMO – ENTONCES – DONDE- CUANTO Sigamos una vez más con atención el uso habitual de la lengua de un nutrido grupo de hablantes. Si estamos alertas, nos hallaremos frente a una desagradable sorpresa pero también nos esforzaremos para no caer en los mismos errores. Todos recordamos –casi seguramente- los adverbios de modo, tiempo,  lugar y cantidad. Los mismos funcionan, desde un punto de vista sintáctico como “circunstanciales”. Para cada uno de esas cuatro circunstancias existen adverbios que pueden reemplazarlas de manera amplia o general y que se denominan “modalizadores” . Si se expresa un MODO, el adverbio es “ASÍ”. Si se expresa un LUGAR, el adverbio será “AHÍ”. Si se indica TIEMPO, el adverbio será “ENTONCES”. Y si es CANTIDAD, el adverbio será “TANTO”. Hasta aquí la fundamentación. ¿Y el error? Veamos: El problema surge cuando se construye una oración, ya sea de manera oral o escrita, con más de una proposición, lo que habitualmente se denomina “or
¿CLASIFICAR O CLASIFICARSE? Hoy hemos escuchado repetidamente por la radio y la TV y leído en varios medios gráficos la expresión “Argentina clasifica para el mundial”. Grave error muy difundido. No deben confundirse los verbos “clasificar” y “clasificarse”. CLASIFICAR.- es un verbo transitivo, vale decir que acepta objeto directo y significa ordenar o disponer de acuerdo con determinadas clases. Ejemplo: Clasifiqué las estampillas por países. Los docentes fueron clasificados según sus títulos. CLASIFICARSE.- Es un verbo pronominal o del tipo general de los reflexivos. Significa obtener determinado puesto en una competencia deportiva o de otro tipo. Ejemplos: Se clasificó en el tercer puesto. Argentina se clasificó para el campeonato mundial. Evitemos entonces la confusión.
MÁS HOMÓFONOS La palabra homófonos hace referencia a palabras o construcciones que tienen igual sonido. Una de esas palabras son los HOMÓNIMOS que además se escriben exactamente igual. A veces son palabras que tienen alguna diferencia entre sí. En esos casos, suelen denominarse parónimos. Las que hemos considerado en la publicación anterior responden a ese caso. Seguiremos ahora con otro grupo de este tipo que suelen dar dolores de cabeza a algunos columnistas y redactores periodísticos. HAYA – HALLA – AYA – ALLÁ ·        HAYA.- Tiene a su vez un homónimo. a)    “Haya” como forma del verbo “haber”. Se usa para formar un tiempo compuesto, el Pretérito Perfecto del Modo Subjuntivo. Ejemplo: “Cuando haya terminado mi tarea, podré salir a pasear.” b)    “Haya” como sustantivo. Es el nombre de un árbol y hace también referencia a la madera que se obtiene de este mismo árbol. Ejemplo: “El haya es un árbol que puede alcanzar los 30 metros de altura.” ·        HALLA.- Es
SEGUIMOS CON “HABER” El verbo “haber” se las trae… Además de los usos que hemos señalado en el artículo anterior es un verbo que se utiliza para la conjugación de los tiempos compuestos. Ejemplos: Pretérito Perfecto Compuesto Indicativo: hemos salido Pretérito Pluscuamperfecto Indicativo: habías propuesto Hay además una forma especial de este verbo. Suele decirse que es una forma unipersonal pues  se usa únicamente en la 3ra. Persona:  “HAY”. Ejemplos:  Hay buena predisposición.                     Hay muchas personas. Derivado de esta forma, corresponde aquí hacer una aclaración muy importante, sobre todo cuando está tan extendido entre la gente, un uso incorrecto. Consiste en tener en cuenta que el verbo HABER cuando no forma parte de los tiempos compuestos antes ejemplificados, debe usarse siempre en SINGULAR, pues es impersonal y sólo se dice o escribe en la 3ra. Persona del singular. Ejemplos: Hubo mucho ruido esa noche.                    Había cien persona
A VER… Hoy nos vamos a ocupar de algunos usos dudosos. Nos vamos acostumbrando al mal uso de ciertas expresiones no sólo en el habla coloquial cotidiana sino a través de los medios de comunicación, cosa que resulta más inexplicable y de mayor gravedad. Pues luego el oyente, el lector o el televidente repiten las muletillas y errores que toman por válidas al provenir de profesionales de la palabra. Uno de los casos más frecuentes en la actualidad es el de confundir la expresiones “A VER“, “HABER”, “A HABER”. Analicemos: A VER Construcción formada por la preposición “a” más el infinitivo de verbo “ver”. ·        Denota el interés por acercarse a mirar algo o tener interés por un tema. Ejemplos:  “Iremos a ver la exposición.” “ A ver cómo resultó la crítica de la obra? ·        Puede expresar interés o expectativa por algo que va a suceder o por el resultado de un hecho. Ejemplo: “¡ A ver qué pasa con este experimento!” “A ver los resultados de los partidos de ayer”. ·