16.- EL CAMPO DE LOS VERBOS
REFLEXIVOS
(III)
PASIVOS
Seguimos
con el panorama de los verbos que aceptan una variante pronominal “se” y que
ocasionan tantas dificultades de todo orden gramatical (semántico, sintáctico,
morfémico).
Vamos
al nuevo caso:
·
Se
venden tomates de la quinta.
Es evidente que desde el punto de
vista sintáctico, el SUJETO de esta oración es “TOMATES DE LA QUINTA”. La
comprobación consiste en su concordancia con el verbo en número y persona. Es
más: si se singulariza, la oración sería: “Se vende el tomate de la quinta”.
¿Qué función cumpliría en este caso
el SE? Evidentemente ninguna de las clásicamente reconocidas.
Eliminemos el SE de la oración. Nos
quedaría:
·
Venden
tomates de la quinta.
En este nuevo caso, hay un SUJETO
(TÁCITO, DESINENCIAL U OMITIDO – no importa la denominación). Y “TOMATES DE LA
QUINTA” ha pasado a ser un OBJETO DIRECTO (es LO que venden).
Esto nos prueba que la oración
original está en voz pasiva.
Se deduce que la presencia o ausencia
del SE es lo que produjo el cambio. De ahí, que se proponga considerarlo como
una función nueva: SIGNO DE PASIVA (sp).
SÍNTESIS:
LAS ORACIONES PASIVAS
CON “SE” SE CARACTERIZAN POR:
1.- TENER UN SUJETO
PASIVO
2.- EL VERBO ESTÁ EN
VOZ ACTIVA
3.- SI SE ELIMINA EL
“SE” LA ORACIÓN SE TRANSFORMA EN ACTIVA CON OBJETO DIRECTO.
Seguimos la próxima.
Comentarios
Publicar un comentario