104. VALGA LA
REDUNDANCIA
Muchas veces escuchamos o decimos la expresión “valga la
redundancia”. ¿Qué se quiere expresar con ella? Generalmente consiste en un
pedido de disculpas al auditorio por una repetición de palabras o conceptos.
En algunos casos y desde un punto de vista comunicacional, la
redundancia tiene un valor positivo. Por ejemplo un docente puede reiterar un
concepto, explicándolo con determinadas variantes para que la explicación quede
absolutamente clara a sus alumnos. Esa redundancia tiene un sentido desde el
punto de vista didáctico.
Pero vayamos a los casos que conviene dejar de lado, los que
hacen que una expresión esté mal formada no sólo desde el punto de vista lingüístico
sino también en lo que hace a la “estética” del lenguaje.
Hay que evitar por ejemplo expresiones como “lapso de tiempo”.
La palabra “lapso” siempre refiere a la idea temporal.
La expresión “a las 20 horas” es incorrecta por redundante.
Puesto que en este caso el 20 tiene valor de sustantivo pues es el nombre de la
hora. Debe decirse “Te espero a las 20”.
Lo mismo ocurre con los nombres de los días. “Tenemos cita para el día viernes”
es redundante. Debe decirse “Tenemos cita para el viernes”.
Anímese lector y reconozca otras redundancias incorrectas.
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